Hacia una política nacional de atención integral al cáncer de mama
Octubre 2025
Eva María Vásquez Hernández
En México, el cáncer de mama representa una de las principales causas de muerte entre las mujeres, constituyendo un problema de salud pública que afecta de manera profunda a miles de familias cada año. Lamentablemente, estas familias no sólo enfrentan el reto médico que implica un diagnóstico de esta naturaleza, sino también las consecuencias económicas, sociales y emocionales que acompañan a esta enfermedad. Cada diagnóstico impacta no sólo a la paciente, sino también a su entorno familiar, generando un efecto multiplicador en la calidad de vida, la estabilidad económica y el bienestar emocional de quienes las rodean.
A pesar de los avances en materia de salud y de los esfuerzos realizados por diferentes niveles de gobierno, la atención al cáncer de mama continúa siendo fragmentada, con disparidades significativas en el acceso a los servicios, deficiencias en la atención médica, desabasto frecuente de medicamentos esenciales y una estrategia nacional de prevención cada vez más limitada y débil en su implementación.
Conscientes de esta realidad dolorosa y de la urgente necesidad de actuar de manera integral, desde el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional impulsamos una reforma de fondo a la Ley General de Salud, con el objetivo de establecer un nuevo marco normativo que garantice una política pública integral, basada en la igualdad, la equidad, la perspectiva de género y el respeto absoluto a los derechos humanos. Esta propuesta que presenté tiene como eje central la creación del Capítulo XVI Bis en dicha ley, dedicado exclusivamente a la atención y prevención del cáncer de mama, reconociendo que la salud de las mujeres no puede seguir siendo tratada de manera fragmentaria ni postergada.
La iniciativa establece que el Estado mexicano debe asumir de manera plena la obligación de garantizar el acceso gratuito y universal a los tratamientos necesarios para todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. Esto incluye medicamentos innovadores y de última generación, como inmunoterapia, terapias hormonales y terapias dirigidas, así como cualquier otro tratamiento especializado que represente un avance en la oncología moderna. Además, se busca garantizar que todas las regiones del país cuenten con acceso equitativo a estos tratamientos, eliminando barreras geográficas y socioeconómicas que actualmente limitan la atención oportuna y de calidad.
Asimismo, la reforma señala que la Secretaría de Salud deberá implementar programas nacionales de prevención, educación, concientización y detección temprana del cáncer de mama, incluyendo la realización gratuita de mastografías, ultrasonidos mamarios y otros estudios preventivos en todas las instituciones públicas de salud del país. Se busca que estos servicios lleguen especialmente a comunidades rurales, zonas marginadas y poblaciones vulnerables, garantizando que ninguna mujer quede excluida por motivos de ubicación geográfica o condición socioeconómica.
Otro aspecto clave de la reforma es el financiamiento sostenible. Para ello se contempla la creación de un fondo específico dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación destinado exclusivamente a garantizar la cobertura de tratamientos oncológicos, la implementación de programas de prevención y detección temprana, y el fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria necesaria para brindar atención integral y digna. La Secretaría de Salud deberá rendir un informe anual al Congreso de la Unión sobre los avances en la cobertura de tratamientos y en la implementación de estrategias de prevención, asegurando transparencia, seguimiento y rendición de cuentas constantes.
Adicionalmente, mediante un artículo transitorio se ordena que las autoridades de salud federales, de las entidades federativas, de los municipios y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México implementen las políticas y acciones necesarias para cumplir con lo dispuesto en el decreto, incorporando en sus proyectos de presupuesto los recursos necesarios para garantizar la sostenibilidad de la atención integral al cáncer de mama.
La propuesta no sólo busca reducir la mortalidad asociada al cáncer de mama, sino también mejorar significativamente la calidad de vida de miles de mujeres y sus familias, poniendo en el centro de la política pública el derecho a la salud, la dignidad, la equidad y la justicia social. Cada diagnóstico representa una vida, un proyecto, una familia y un sueño; por ello, la atención integral debe contemplar no sólo el tratamiento médico, sino también el acompañamiento emocional, psicológico y social necesario para superar los retos que esta enfermedad implica.
Desde el Partido Acción Nacional reiteramos con firmeza nuestro compromiso con la salud, la equidad y la dignidad de todas las personas, y en particular de las mujeres que enfrentan el cáncer de mama con valentía y determinación. Sabemos que esta lucha no es únicamente médica, sino también social, económica, emocional y familiar; por ello, creemos que el Estado mexicano debe asumir su responsabilidad de manera integral, con acciones concretas, oportunas y efectivas, garantizando derechos y justicia para todas.
Esta iniciativa no sólo responde a una necesidad urgente de salud pública, sino también a una deuda histórica con las mujeres mexicanas, quienes durante años han enfrentado enormes obstáculos para acceder a diagnósticos oportunos, tratamientos adecuados y medicamentos innovadores. La atención integral al cáncer de mama no puede continuar siendo un privilegio, debe convertirse en un derecho universal, respaldado por la ley, los recursos y programas necesarios.
Impulsar una legislación que asegure una política pública con enfoque de género, derechos humanos y atención integral representa un paso firme hacia un país más justo, más solidario y verdaderamente humano. Significa construir un sistema de salud que funcione para todas y todos, sin importar su lugar de residencia o condición socioeconómica, y garantizar que ninguna mujer enfrente sola los desafíos que plantea esta enfermedad.
Desde el Partido Acción Nacional seguiremos trabajando con responsabilidad, empatía, visión de futuro y compromiso social para que ninguna mujer tenga que enfrentar esta batalla en condiciones de desigualdad. La salud no puede esperar; nuestra obligación como representantes del pueblo es garantizar que cada mexicana tenga acceso a un tratamiento digno, integral y oportuno. La salud es un derecho, la prevención es una obligación y la equidad es una meta que no podemos postergar.